miércoles, 29 de junio de 2011

Brazo gitano de nata y especias (Retosemanal de la magdalena: S-19).

  Bueno chicas, como os dije, os mantendría al tanto de los retos del grupo de facebook de la magdalena de la semana, ya os comenté que propuse seguir con las recetas pero dándole nuevas formas y esta semana tocaba con forma de rollo, así que me dije que qué mejor que un brazo gitano, y éste es el mío.


  Ya habiéndome quitado el miedo de hacer el primero no tenía excusa y allá que me lancé, sólo puedo deciros que quedó bastante bien y que de sabor no podía estar más bueno, para rematar lo rellené con nata y con arándanos. Esta fruta me vuelve loca, sobre todo para la repostería, le da un toque genial a cualquier dulce. No me extraña que a los americanos les guste tanto, es que queda de muerte en cualquier combinación.


  Tuve que modificar un poco los ingredientes para  poder reconvertirlo en brazo gitano, sólo se trataba de hacer la receta más ligera, para que quedara un bizcocho más leve y versátil, vamos que se pudiera manejar mejor para estos menesteres, os digo desde ya que no es nada complicado y yo creo que es un ejemplo genial para demostrar que todo es posible, que cualquier receta es susceptible de modificaciones y con ello no pierde ni un ápice de su encanto.


  La casa entera olía a especias mientras el bizcocho se doraba en el horno, no me podéis negar que esa sensación es deliciosa, creo que no puede existir mejor ambientador que éste. Cuando se está horneando es como que la casa huele más a hogar ¿no?, sobre todo en un día frío de invierno es encantador, y cuando vienen visitas a casa es como darles la bienvenida con este aroma, yo creo que se sienten mejor acogidos incluso.


    Éstos son los ingredientes necesarios y entre paréntesis cómo los modifiqué para hacer el brazo gitano:

* 280 grs. de harina ( 100 grs.).
* Una cucharada de levadura química en polvo ( la mitad, 7 grs.).
* 1/2 cucharadita de canela molida.
* 1/2 cucharadita de pimienta de Jamaica molida.
* 1/2 cucharadita de nuez moscada recién rallada.
* Una pizca de sal.
*115 grs. de azúcar moreno de caña.
* 2 huevos (4).
* 250cc. de nata doble (100 cc.).
* 6 cucharadas de aceite de girasol u 85 grs. de mantequilla pomada (40 grs. de margarina).
* Azúcar glas para espolvorear (también canela).

  La preparación de la magdalena viene a  ser la habitual, por un lado los ingredientes húmedos y por otro los secos, después se mezcla todo pero sin trabajar demasiado la masa.

  En el caso del brazo gitano cambia un poco:

- Batiremos los huevo a alta velocidad con la batidora eléctrica durante 5 minutos.


- Poco a poco añadimos el azúcar sin dejar de batir, hasta que se disuelva bien y después la margarina.


- En otro bol mezclamos la harina, la levadura y la sal y vertemos a la mezcla anterior sin dejar de batir hasta que quede bien integrada.


- Extendemos la masa sobre una bandeja y lo horneamos a 180ºC durante unos 15 minutos.


- Después colocaremos sobre un paño húmedo, enrollamos la tela, desenrollamos, rellenamos y volvemos a enrollar.

  Si queréis ver  el último paso sólo tenéis que ver el otro que hice, el de fresas con nata.

   Al final sólo le espolvoreé azúcar y canela y le puse estas rositas de oblea para darle un toque de color. Pues esto es todo, ¿ a que no es tan difícil, verdad ?.

lunes, 27 de junio de 2011

Bizcobolas monstruosas para el concurso ¡Mami...Papi...Yo también!

  Pues casi no llegamos, pero aunque sea por los pelos aquí estamos, justo a tiempo para participar en el concursorteo mensual de ¡Mami...Papi...Yo también!. El mes pasado con tantos eventos familiares no pudo ser, pero no quería que volviéramos a faltar, así que este finde, ya con los peques de vacaciones, lo preparé todo y nos dispusimos a elaborar estas bizcobolas monstruosas.


  Bueno, lo de monstruosas es un decir, éstas de la foto de arriba son las de mi hijo mayor y son más bien estilo rastafari. Y las de abajo, las del peque, son más estilo payaso. Pero bueno, se trataba de dejar volar su imaginación, y eso es lo que hicieron y aquí los resultados.


  El caso, y eso no me lo podéis negar, es que han quedado bastante divertidas y Eva (la anfitriona de este mes), te tengo que agradecer que se lo pasaran tan tan bien, a parte de hincharse de chuches también...jejeje, si es que cuando estaba pendiente del uno me encontraba al otro con alguna en la boca, y claro, encantados.


  Lo único que puedo decir es que mis niños cada día se lo pasan mejor en la cocina, eso es fácil con el mayor, al que es sencillo  implicar en estos jaleos, pero al peque le costaba, ahora en cambio, cuando anuncio que toca receta mensual, también se pone la mar de contento. Y aunque al principio les da un poquito de reparo pringarse las manos, cada vez les cuesta menos meterse en faena y acaban riéndose a carcajadas con las manitas grasientas...jajaja...y yo disfruto lo que no os podéis imginar.


  Bueno, os voy a contar un poco cómo fue el proceso:

  Como siempre, empezamos con el lavado de manos exhaustivo.


  Y ahora tocaba comenzar a desmigar los bizcochos.


  Una vez desmigados, nosotros lo mezclamos con queso crema.


  Y después hicimos bolas con la mezcla...



  ...que pasamos por coco rallado, fideos de chocolate y fideos de colores.


  Por fin, sólo quedaba decorarlas, cómo, con imaginación...y muchas chuches



  Como veis, nada complicado. De verdad os recomiendo a las que tengáis niños a que os embarquéis en esta aventura culinaria porque realmente merece la pena, sobre todo cuando han terminado su obra de arte y la miran con esos ojitos asombrados como diciendo: si lo he hecho yoooooooo...qué pasadaaaaaa!!!!!


    Y ya también pienso que estas pequeñas experiencias vendrán muy bien en casa, para que sean más desenvueltos, para que aprendan a ser unos cocinillas que no necesiten que yo esté en casa para prepararse un buen plato de comida. Y es que el tiempo vuela y llegará el día en el que no pueda continuar con la reducción de jornada, y me gustaría que fueran unos chicos con recursos.


  Y también me encanta pensar que algún día recordarán con cariño estos momentos que pasábamos juntos cocinando e inventando, que papá y mamá disfrutábamos haciendo actividades en familia y pasar mucho, mucho tiempo con ellos.


   Bueno, yo creo que son todo ventajas, así que espero que poco a poco os vayáis animando cada vez más a participar en este tipo de concursos con vuestros peques. En breve os presentaré la propuesta del mes que viene con el blog anfitrión. Ayyyy!!! qué ganas tengo de que llegue mi mes.

sábado, 25 de junio de 2011

Bizcocho de leche condensada.

  Ayer fue San Juan y  precisamente era el santo de un par de compañeros, de Juana, una compi auxiliar que es una muchacha estupenda, muy curranta y muy buena compi, y también de Juan Carlos, nuestro recién estrenado adjunto de Digestivo, ha hecho la residencia allí con nosotros, así que es como si lo hubiéramos criado como quien dice, y como es natural, pues tiene ese cariño añadido que supone esta especie de maternidad compartida entre todos los compañeros, sobre todo porque él también se lo ha ganado poquito a poquito y día tras día.


  El caso es que ya que nos tocaba trabajar de noche pues se planeó un picoteillo y aunque no quise ofrecerme en el momento (vaya que por estas cosas de la vida no sacase el tiempo o simplemente no me saliera lo previsto), sí que tenía intención de preparar alguna cosilla dulce. El día lo tuve ajetreadillo, así que no daba para unas cupcakes, pero tenía este bizcocho de leche condesada en la recámara de recetas pendientes desde hacía tiempo, así que esta receta fue la elegida. Para mi sorpresa ayer mismo por la tarde me llegó un pedido que había hecho  hace cosa de un mes de unos moldes, ya sabéis, en una de esas páginas en las que se venden cosas rebajadas a muy buen precio pero que también tardan en llegar otro "buen tiempo".


  Y nada más abrir la caja y ver mis nuevos moldes pensé que era la ocasión para estrenar éste. La verdad es que son de muy buena calidad y de mejor precio,  así que decididamente ha sido una compra excelente. Los moldes son una monería, ya os los iré mostrando poco a poco. Mi marido alucina con lo que me pueden ilusionar estas cosas, y mira que lleva tiempo viéndome y me conoce más que bien, pero aún así sigue quedándose "cuajao" (vaya, cuajado, una expresión muy malagueña) cuando me ve con los ojillos brillosos de alegría mientras me recreo mirando las nuevas adquisiciones imaginando cuál será su uso.


   Pues os voy a contar sobre el bizcocho de leche condensada, ha tenido mucha aceptación y no me extraña, porque está delicioso, suavito, esponjo y con ese regustillo de la leche condensada, no se le puede pedir más. A ver, necesitamos:

* 225 grs. de mantequilla.
* 280 grs. de harina todo uso.
* 3/4 cucharadita de polvo para hornear.
* 2 cdtas. de extracto de vainilla.
* 1/2 cdta. de sal.
* 200 grs. de leche condensada.
* 3 huevos grandes.

  Y cómo lo tenemos que preparar:

- Comenzamos precalentando el horno a 180ºC.

- Tamizamos la harina y la levadura.

- Ahora batimos la mantequilla, la sal y el azúcar hasta que la mezcla esté suave y esponjosa.


- Entonces le añadimos la leche condensada y la vainilla y seguimos batiendo hasta que queden ambas bien integradas.


- Incorporamos ya los ingredientes secos poco a poco y sin dejar de batir.


- Y por último agregaremos los huevos uno a uno, ya sabéis no echaremos el siguiente hasta que el anterior quede bien integradito.


- A su molde y al horno unos 50-60 minutos.


  Y ya está, ya tenemos nuestro bizcocho, ya os digo, la mar de bueno. Y es que mira que es fácil a veces contentarse en la vida, sólo verlo con esa forma tan mona del molde era la más feliz del mundo...jejeje


jueves, 23 de junio de 2011

Unas galletas de agradecimiento.

  ¿ Qué ? ¿ Creíais que ya andaba de vacaciones ? Pues ya me gustaría a mí, pero no, aún no, ni siquiera en la cocina, y eso que me cuesta lo más grande encender el horno con estos calores.
  Estos días hemos trabajado en familia en estas galletillas que van a ir a parar a las seños y profes de este curso, así que los peques y yo nos hemos puesto las pilas y hemos estado decorando estos regalitos.


  Siempre me gusta que el regalo fin de curso sea algo que hayan hecho ellos mismos, un detallito de nada, pero debe mantener este requisito, que sea algo que ellos hayan tenido que elaborar con sus manitas, más que nada para que a los maestros les quede un buen recuerdo de ellos. Yo, al menos, creo que  les debe resultar más bonito que sus alumnos  se esfuercen por ellos, es como cuando tus hijos te hacen un collar de macarrones por el día de las madres ¿no?.


  No me digáis, las que sois madres, que no os emociona ese día recibir este tipo de regalo que tanto tiempo y esfuerzos les han llevado. Pues yo quiero pensar que para los profes es lo mismo, pasan tantas horas con ellos a diario y los llegan a conocer tan bien y coger tanto cariño, que esta clase de presente es el más indicado.


  En estos últimos años mis niños han pintado delantales y camisetas para sus profes, y la acogida siempre ha sido estupenda, al menos la mayoría me ha comentado lo contento o contenta que estaban por recibir el regalito y que además les parecía muy muy original.


  Este año no tenía muy claro que podíamos realizar, porque en el caso de los dos, sus tutores no son los mismos del curso pasado, pero su otro maestro sí se ha mantenido, así que no íbamos a repetir con las mismas camisetas del año pasado. Si la seño Marian hasta tiene ya una camiseta de cada uno de mis hijos. Así que como ahora estoy desmadrada con esto de la repostería y ya hasta un poco famosa en el cole con este tema, pues pensé que no íbamos a decepcionar a nadie, pues entonces tocaban...galletas.


  Y a ello nos pusimos, horneamos 48 galletas, 24 con sabor a fresa y 24 con sabor a chocolate, les  pusimos una oblea blanca de fondant y las coloreamos, bueno, esto fue una labor exclusiva de ellos. Eso sí, yo les he ayudado un poquillo decidiendo qué cosas pintar, porque ser creativo para 24 galletas no es nada fácil y nos tocó exprimirmos el cerebro a todos para encontrar motivos qué dibujar con los rotus de tinta comestible.


  Yo creo que han quedado bastante bonitas y muy vivas con tantos colores. Ellos se lo pasaron bomba, no podéis imaginar la ilusión que les hace preparar las sorpesitas. Les sale una sonrisa cuando imaginan la cara de su seño o de su profe descubriendo el preciado obsequio de este año.


  Lo cierto es que estoy muy muy agradecida, sus maestros son estupendos, tanto las seños como los profes son cariñosos, dulces y con mucha mucha paciencia, eso es lo que más les admiro cuando los veo dirigiendo a una clase entera como si nada. Yo creo que para esto de la enseñanza, como para todo, hay que servir, porque no debe resultar tarea fácil enfrentarse cada mañana a un grupo de críos, cada uno de su padre y de su madre, quiero decir, con sus particularidades.


 Y no sólo eso, sino saber sacar provecho de las cualidades de cada uno, conseguir que estén motivados, que tengan ganas de aprender y sobre todo, también ayudarnos a los padres en esta tarea tan complicada de la educación, enseñándoles también lo que está bien o no, o cómo hay que comportarse en cada situación.


  Por esto y por mucho más creo que merecen todo el apoyo por nuestra parte, el de los padres, y por esto también me gusta que los peques le agradezcan su labor diaria, y no tiene que ser  nada ostentoso ni petulante, basta con echarle un poco de imaginación y ponerse manos a la obra.


    Me gusta que todo quede perfecto, así que como no encontraba unas etiquetitas para las galletas que hicieran juego con la caja me decidí a fabricarlas yo misma a juego con la tapadera de la caja escaneándola. Y claro con un lacito lo más a juego posible que encontré por casa.


  Y así con todo envueltito hoy las ha entregado mi hijo mayor a sus profes, y mañana el peque a sus seños. Así que aún no os puedo contar si les han gustado, pero descuidad, que os tendré al tanto.
  Ahhh!!! Espero que os guste la nueva imagen del blog, más conforme a la estación veraniega.

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